viernes, 2 de marzo de 2018

Keith Richards lleva dos meses sin drogas porque se han vuelto “flojas y aburridas”



Keith Richards en París el pasado mes de octubre.
Keith Richards en París el pasado mes de octubre. GTRESONLINE

Los excesos de Keith Richards nunca han sido un secreto. Durante años, su satánica majestad, de 74 años, ha alimentado concienzudamente el mito que le precede: el de rockero duro, provocador, drogadicto y bebedor. Ahora le ha llegado el momento de echar el freno al penúltimo de sus vicios: en una entrevista al diario The Daily Telegraph, el guitarrista de los Rolling Stones asegura que lleva dos meses sin probar las drogas. “No estoy diciendo que definitivamente esté fuera de todo esto. Dentro de seis meses, podría estar de nuevo allí”, reconocía al rotativo británico.
Richards contó en la entrevista que no ha dejado las sustancias por necesidad, sino porque ha perdido el interés en las drogas que cree que con el paso del tiempo se han vuelto “aburridas y flojas”: "Las drogas que hay hoy en día por ahí no me fascinan lo más mínimo, se han convertido en algo institucionalizado. Además, he probado de todo en la vida, ya no hay nada que me pueda sorprender". Richards no solo ha dejado las drogas ilegales sino que también está probando la abstinencia, “una novedad” en su vida. Eso sí, aún mantiene un par de vicios: el tabaco y el café, a los que no piensa renunciar, a pesar de las recomendaciones de sus médicos.
La experiencia del guitarrista con las drogas es larga. Él mismo llegó a explicar su relación con ellas a este diario en 2015: “He experimentado mucho. Me he convertido a mí mismo en un laboratorio. A ver qué hace esto por la nariz, a ver esto por la vena… Pero en un momento determinado, hacia finales de los setenta, decidí que el experimento había ido demasiado lejos”. Tanto ha experimentado que en 2007 admitió, en una entrevista a la revista digital NME.com, haberse esnifado las cenizas de su propio padre. "Abrí la tapa de la urna y cayó un poco de mi padre en la mesa del comedor. Y pensé que no podía usar el cepillo y el recogedor para algo así”.
Keith Richards en un concierto en Nanterre.
Keith Richards en un concierto en Nanterre. GTRESONLINE
Con este nuevo paso hacia la sobriedad, Richards dejaría atrás todas las drogas duras. En 1979 dio por terminada su relación con la heroína después de una década enganchado. "Siempre fui muy meticuloso con respecto a la cantidad que me metía. Nunca añadí un poquito más para hacer más grande el colocón", escribía en Vida, libro que recoge sus memorias y que se publicó en 2010.